jueves, 24 de marzo de 2016

El Sacrificio De Cristo Con Propósito

Rick Warren ha escritos libros que tienen un parecido al título de este articulo, sus libros que más destacan son “Una Vida con Propósito” y “Una Iglesia con Propósito”  En ellos el Pastor Rick detalla las razones o los ‘por que’ de la existencia del ser humano y la existencia de una organización viva como lo es la Iglesia.

En todo lo que nosotros hacemos debe de existir un propósito, de otra manera, avanzaríamos  como un barco sin brújula ni destino.  Los propósitos en la vida nos ayudan a enfocarnos hacia la meta que nos proponemos llegar.
 
Propósito de vida
Cuando hablamos de "propósito de vida" nos referirnos al significado existencial que le podemos dar a nuestra vida. Da respuestas a preguntas existenciales como "por qué" y "para qué".  Hace conexión con la necesidad humana de dar un significado y una finalidad a su propia existencia.  De esta manera se reflexiona acerca del sentido y objetivo vital de la vida.
      
Cuando examinamos el propósito de la vida de Jesús en su manifestación humana, encontramos que su propósito principal fue la restauración de la relación  humana con Dios su creador, aunque tal restauración implicara un enorme sacrificio con consecuencias físicas, emocionales, y espirituales de profundo dolor y sufrimiento extremo.

Permítanme listar esos sufrimientos con más detalle a la luz del Texto de Isaías 53


Sufrimiento físico:

El castigo físico que recibió Jesús previo a la crucifixión, le desfiguró de forma extrema:
 “no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.” Vr. 2b.
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;” Vr 4ª
Tuvo una muerte humillante: “y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” Vr 7b
“…y por la rebelión de mi pueblo fue herido.”  Vr 8b
Sin embargo, aquel sufrimiento físico era la voluntad de Dios para salvar a la humanidad de sus pecados porque así lo demanda la justicia de Dios:
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento.” 
“…derramó su vida hasta la muerte,…” Vr 12b


Sufrimiento emocional:

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.”Vr. 3
“…y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.” Vr 4b
La gente llego a pensar que Jesús merecía aquel castigo, porque por alguna razón Dios lo estaba castigando.
Jesús sufrió el abandono de  aquellos que le amaban. 
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;”  Vr 6ª

El sufrió una tortura emocional: 
“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;” Vr 7ª. Angustia, aflicción y humillación.

El tuvo un juicio Humillante sin ser culpable:
 “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes,”  Vr8a

El tuvo un funeral humillante:
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” Vr9
“fue contado con los pecadores,…” Vr 12c


Sufrimiento Espiritual:

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Vr. 5

La experiencia y testimonio de personas que han sufrido maltratos revelan que mucho más fácil soportar un golpe físico que un maltrato que afecta nuestras emociones y nuestra autoestima. 

Jesús cargo con el pecado de la humanidad:
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” Vr. 6b.  Esto implica una separación de su Padre Dios por causa del pecado de la humanidad.

El sufrió a causa de la rebelión de su pueblo:
“…y por la rebelión de mi pueblo fue herido.”  Vr8b; Aunque El fue y es sin culpa de ningún mal: “…aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” Vr9b

Sin embargo, aquel sufrimiento estaba en el marco de la voluntad de Dios:

“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” Vr10
“…habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.”  Vr12

Conclusión:

 Vemos que los propósitos del sacrificio de Cristo fueron cumplidos.
 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos;”  Vr. 11-12ª
El propósito del sacrificio de Cristo es manifestar la justicia de Dios, Su amor y Su gracia para la redención de aquellos y aquellas que tienen fe en Jesucristo.
El Apostol Pablo lo describe asi:"Pero hora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." Romanos 3:21-26 RRV 1960

Jesucristo hizo su parte para cumplir su propósito, ahora, nos corresponde a nosotros.

domingo, 13 de marzo de 2016

Nuevas son cada mañana tus misericordias

¿Cuántos recuerdan el himno ¡Bendiciones, cuántas tienes ya!?


Cuando combatido por la adversidad
Creas ya perdida tu felicidad,
Mira lo que el cielo para ti guardó,
Cuenta las riquezas que el Señor te dio.

CORO:

¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará…

Este himno fue uno de los más de 5,000 himnos escritos por el ministro ordenado de la Iglesia Metodista Episcopal Johnson Oatman, Jr. (1956-1922) y nos invita a reflexionar en las muchas bendiciones que hemos recibido aun cuando nos encontremos en momentos de pruebas.

El Profeta Jeremías escribió en el libro de Lamentaciones poemas de lamentación por la destrucción de Jerusalén tras haber sido conquistada por Nabucodonosor. 

La situación de Jerusalén era muy grave que cualquiera que amaba la ciudad y a  sus habitantes podía experimentar dolor y sufrimiento extremo.  Jeremías describía su sufrimiento como estar en una cárcel en total oscuridad, siendo víctima de torturas; Enfermo con enfermedad de muerte; en peligro de muerte como cuando se enfrenta ante un oso o león hambriento y que sus llamados de socorro no eran escuchados por nadie; fue objeto de burla constante hasta el punto que perdió su paz, sus fuerzas y la esperanza de encontrar el bien. 

Que terrible experiencia! Jeremías meditaba en su corazón pensando en ¿cómo era posible que pudiera estar en pie ante todas aquellas adversidades?  La misma pregunta nos hacemos hoy día.  Son tan difíciles las situaciones presentes, para muchos denosotros, que de no ser por la bondad y la misericordia de Dios no podríamos estar en pie. 

Otra pregunta que surge ante las tragedias de la humanidad es: ¿Por qué razón algunas personas procuran el mal para su prójimo? La respuesta está muy dentro de sus corazones: sus malos deseos y sus malos pensamientos les lleva hacer el mal. Ante esa realidad, también existe una gran verdad absoluta: Nuestro Dios en un Dios misericordioso.

Este es el testimonio de Jeremías y que también es el de muchos: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.  Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.” Lamentaciones 3:22-24

Dios es misericordioso, El siente compasión por los que sufren y ofrece su ayuda y perdón aquellos que buscan.  Así lo describe el apóstol Pablo:
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),  y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”  Efesios 2:4-9

Dios no solamente es misericordioso sino que también es fiel a sus promesas.  Así que hagamos una decisión intencional y en fe de creer y esperar en las misericordias y la fidelidad de Dios.

El llamado de Dios para nosotros es que seamos misericordiosos como El lo es: “Sed, pues, misericordioso, como también vuestro Padre en misericordioso.” Lucas 6:36

Ante las situaciones adversas a su alrededor, ¿Qué rol está usted jugando?, ¿Es usted el causante del sufrimiento y la miseria de otros? O ¿Es usted el que muestra su misericordia y es fiel a sus promesas de buena voluntad para aquellos cercanos a usted?


Les invito a que hagamos nuestras las palabras del profeta Jeremías: “Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová; Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos;”  Lamentaciones 3: 40-41; y recordemos que Sus misericordias son nuevas cada mañana y Su fidelidad es grande.