domingo, 24 de enero de 2016

Por Este Niño Oraba

Por Este Niño Oraba

 Image result for Ana y samuel imagenes cristianas gratis
 “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.
Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.” 1 Samuel 1:27-28
A través de las Escrituras, Dios nos declara que contesta nuestras oraciones aun en aquellas situaciones que son imposibles para los hombres. Como familias debemos descansar en las promesas divinas y darle adoración y alabanzas por sus bendiciones.
El primer capítulo del libro 1 Samuel relata la historia de Ana, a quien Dios contestó su oración y la respuesta a aquella oración cambio su vida, la vida de su familia, y aun más, tuvo efectos de gran trascendencia en la vida de su pueblo.
El Problema: Ana era estéril. La esterilidad eran razones para causar muchos otros problemas a una mujer estéril; Un problema social: Le podrían considerar que no era una esposa ideal al no poder concebir y dar a luz hijos. Un problema de familia: En muchos casos, los esposos se unían a otras mujeres para poder procrear hijos. Un problema espiritual: se creía que la esterilidad era un castigo divino, y se podía inferir que Ana era una mujer a quien por su secado Dios le envió un castigo. 
En nuestros tiempos vemos a muchas mujeres sufriendo, no porque ellas tengan un castigo divino sino que sufren las consecuencias de de las malas acciones de sus conyugues, su familia inmediata, y hasta por las acciones de líderes religiosos y políticos.  Muy a menudo escuchamos de  situaciones de madres y esposas que están sufriendo los maltratos de violencia domestica y que para preservar sus vidas tienen que huir a lugares de refugio.
La esperanza de Ana: Ella tenía la esperanza y la fe de ser madre.  Ella presentó su situación a Dios en oración: “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.  E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.” Ana humildemente se refiere a ella misma como sierva, su oración es específica al pedir por un hijo varón, y promete a Dios dedicarle su hijo; su gran anhelo era ser madre.
Mientras ella oraba, el sacerdote del templo malinterpretó la situación de Ana y le consideró borracha. Ana no se quedó callada y en su defensa le dijo: “No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.  No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.  Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.” 1 Samuel1: 15-18.
¿Cuántos de nosotros nos hemos encontrado en situaciones en donde hemos perdido la fe y la esperanza? Ana tenía una necesidad, un gran problema, pero decidió  acercarse a Dios en fe y esperar en la fidelidad de Dios. ¿Cuál es nuestra situación presente?, ¿Cómo esta nuestra fe en Dios?, ¿nos rendimos porque mucho de lo que nos rodea parece estar en contra nuestra?  como creyentes debemos continuar caminando en fe y con la esperanza que Dios cuida de nosotros.
Los recursos de Ana: Ella tenía un esposo que le amaba. Aunque el tenia otra esposa –culturalmente aceptable – el siempre estuvo con ella para proveerle y cuidarle. Ana también tenía una fe activa en su Dios fiel y justo.
Dios contestó la oración de Ana y le concedió ser madre, ella llamó a su niño Samuel.  Ana no olvido el pacto que hizo a Dios y llevó a su hijo al templo para dedicarlo a Dios como lo había prometido.  Esto nos anima a dar gracias a Dios y acordarnos de las promesas que le  hacemos una vez que recibimos sus bendiciones.
Por Este Hijo Oraba: Las Escritura narra el nuevo encuentro de Ana y el sacerdote Eli: “Y ella dijo: !!Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.” 1 Samuel 1:26-28.  Ella no llegó con reproches, remordimientos o jactancias; ella estaba allí con un corazón deseoso de adorar a Dios, con mucho agradecimiento y dispuesta a cumplir sus promesas. Se abría la página de un nuevo capítulo en la vida de Ana; ella ya no era la mujer estéril, ella era la madre de Samuel. La familia de Ana se gozó con ella y más tarde el pueblo de Israel se gozó porque Dios les había visitado dándoles un profeta y un sacerdote.  

Nuestras situaciones presentes pueden ser tan difíciles como las de Ana, pero confiamos que Dios conoce el futuro, escucha nuestras oraciones, y puede cambiar nuestras adversidades en bendiciones.  Será, entonces, que nuestro testimonio tendrá sentido cuando digamos: “por esta bendición oraba.”