Mi Fiel Amigo
Por lo general, todos tenemos buenos recuerdos
de amistades que hemos cultivado y
desarrollado en el pasado y celebramos algunas de esas amistades que siguen
siendo de gran importancia en nuestras vidas. Como seres sociales que somos, la
vida se hace más fácil de llevar cuando tenemos familia y buenos amigos con
quien compartir.
En la fe Cristiana tenemos las enseñanzas de
la posibilidad de llegar a ser amigo de Dios. Las escrituras enseñan que es
posible desarrollar amistad con Dios. El apóstol Santiago escribió acerca de
Abraham así: “y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le
fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” Santiago 2:23. Esta es una referencia a lo escrito en el
libro de Génesis 15:6. También, el
profeta Isaías escribió acerca de Abraham, “Pero tú, Israel, siervo mío eres;
tu, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo” (Isaías 41:8).
¿Cómo obtuvo esa amistad Abraham con Dios?
La respuesta que la Escritura nos presenta esta descrita con tres verbos con
acción activa: Abraham creyó a Dios (Santiago 2:23); El “obedeció a Dios para salir al lugar que
él había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba” (Hebreos
11:8); y también, Abraham conoció a Dios como un Dios Todopoderoso. Cuando Abraham fue probado a sacrificar a
su hijo Isaac, sabiendo que Dios le había prometido descendencia por medio de
su hijo Isaac, “pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los
muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir” (Hebreos
11:19)
Jesús nos dejó las mismas pautas para hacer
amistad con El. (Leer Juan 15: 12-17); de este texto podemos resumir lo
siguiente:
·
Jesús nos dio el mandamiento de
amarnos los unos a los otros
·
El nos dio el ejemplo sublime
del amor al dar su vida por la humanidad
·
El nos exhortó a hacer ‘cuanto
El nos manda’ (un llamado a la obediencia)
·
El nos dio a conocer al Padre a través de sus
enseñanzas (Juan 17:6)
·
El dio mandamiento de llevar
fruto y orar al Padre en Su Nombre, Jesús. (acciones que son posibles si le creemos a Dios.
Dios desea que nos convirtamos en sus amigos, y nos
ha dado las pautas para hacerlo posible.
Dios desea, también, que nosotros seamos verdaderos amigos los unos con
los otros. Entonces, presentaremos con
conocimiento y experiencia propia, las enseñanzas del Reino de Dios con
aquellos que desean conocer a Dios, creerle y obedecerle. Nuestras relaciones de amistad sincera darán
sentido cuando presentemos a Jesús como nuestro fiel amigo.