“Pero tú, cuando ores, entra en tu
aposento, y a puerta cerrada, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre
que ve en lo secreto, te lo recompensará en público.”
Hace unos días vi la película ‘War Room’ /
Cuarto de Guerra, un drama que muestra que la oración es un campo de batalla.
Presenta una pareja joven (Tony y Elizabeth) quienes son muy exitosos en sus
negocios, tienen una hija muy linda y una casa muy modesta. Sin embargo, su matrimonio estaba al borde de
la destrucción; es allí donde La Señora Clara presenta a Elizabeth su cuarto de
guerra, el cual es un pequeño ropero. La Señora Clara enseña a Elizabeth a como
orar en el cuarto de guerra y como traer sus problemas a Dios. Cuando Elizabeth
comienza a orar, su vida y su matrimonio toman un camino de muchas luchas y
finalmente, muchas bendiciones. “Como creyentes tenemos la responsabilidad de
buscar a Dios, de creerle y estar firmes en su Palabra” testifica la Señora
Clara. El Enemigo, Satanás, quiere
destruir nuestras relaciones, pero debemos pelear nuestras batallas en oración a
Dios, mientras cultivamos un ambiente de respeto y amor, y arrepentimiento
genuino por aquellos errores que hemos cometido.
Practicas equivocadas acerca de la oración.
Jesús enseñó así: ‘Cuando ores, no seas
como los hipócritas…’ Ellos oran para exhibir quiénes son y para recibir
alabanzas de los hombres. Les gusta mucho hacer oraciones en lugares públicos. Un
ejemplo de ello es la oración del fariseo que encontramos en Lucas 18:11-12
“Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmo
de todo lo que gano” Jesús no aprobó aquella oración. Pero Jesús aprobó la oración humilde y sincera
del cobrador de impuestos, quien rogaba a Dios por Su misericordia. Jesús dijo que éste había sido justificado.
La recomendación de Jesús
“Pero tú, cuando ores entra en tu aposento,
y a puerta cerrada, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en
lo secreto, te lo recompensará en público” (Mateo 6:6) Existen batallas en
nuestras vidas que son desconocidas por muchos, pero la gente puede ver nuestro
testimonio de vida pública que refleja las enseñanzas de Jesús y Su misericordia manifestada en nuestras vidas.
¿Qué importancia tiene la oración para ti?
El Evangelista Billy Graham escribió acerca
de la oración: “hoy hemos llegado a un punto en que muchas personas consideran
que la oración es una mera formalidad.
No tenemos el sentido de buscar ese acercamiento con Dios, sino más
bien, de cumplir una tradición venerable. Pero, ¿Cómo podemos seguir adelante
si no hacemos énfasis en la oración? Miles de personas oran solo en tiempo de
gran tensión, peligro o incertidumbre.
Cristo les enseñó a sus seguidores que oraran siempre. Tan fervientes y tan directas eran las
oraciones de Jesús que una vez, cuando El había terminado de orar, sus
seguidores le dijeron: ‘Señor, enséñanos a orar’ Lucas11:1” (BillyGraham.org,
Hay poder en la oración – Abril 27, 2012)
La oración no es una serie de repeticiones
de palabrerías vanas, “porque Dios conoce de que cosas tenemos necesidad, antes
que las pidamos” (Mateo 6:8). Tenemos la
seguridad que Dios contesta toda oración sincera que está en los límites de Su
voluntad. Por ello, las Escrituras nos
exhortan a ‘orar sin cesar’ (1 Tesalonicenses 5:17) y también a creerle a Dios
cuando oramos, “y todo lo que pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis”
(Mateo21:22) Después de orar, nos corresponde esperar en la respuesta de Dios,
y hacer aquellas cosas que están en nuestras posibilidades. En esa espera activa, debemos mantenernos en
fe, paciencia y perseverancia.
La oración modelo
La oración del ‘Padre Nuestro’ es solo uno
de los modelos de oración que Jesús enseñó a sus discípulos, también a través
de los evangelios encontramos ejemplos de una vida de oración que Jesús les
mostró a sus discípulos. En la oración
del ‘Padre Nuestro’ aprendemos: A darle adoración a Dios, a rendirnos a Su
voluntad, a pedirle por nuestras necesidades básicas, a pedirle por Su perdón,
a pedirle por Su protección, y a exaltarle por lo que El es.
Comencé escribiendo acerca del cuarto de
guerra, así que concluyo exhortándoles a que escojan un lugar en donde tengan
todos los días un encuentro con Dios a través de la oración; y dar a Dios
alabanza y adoración, y presentarle sus peticiones y ruegos por sus familias
nucleares y extendidas, por la familia de la fe, por aquellos que han están en
la búsqueda de un encuentro con Dios, por los misioneros y los evangelistas, por
nuestros gobernantes, aun por aquellos que luchan en contra de nosotros y el
evangelio, etc. Billy Graham dice: “Esa
oración callada, escondida en la que el alma se encuentra con Dios acercándose
a su presencia puede ser la bendición más grande para usted”